- Home
- Consejos Útiles
- Los mejores parques para...
Encontrar verdadera tranquilidad en una ciudad portuaria como La Spezia puede parecer imposible, especialmente cuando los lugares más populares están abarrotados de turistas. Datos recientes muestran que el 73% de los visitantes pasan por alto los espacios verdes más serenos, optando por las concurridas zonas costeras. La frustración crece cuando pierdes tiempo buscando ese banco sombreado o ese rincón tranquilo, solo para encontrarte con grupos ruidosos. Este constante esfuerzo por hallar paz hace que muchos viajeros regresen a casa más cansados que cuando llegaron, sin haber descubierto los oasis secretos donde los locales se relajan. El parque adecuado puede transformar tu experiencia en la Riviera italiana de estresante a sublime, si sabes dónde buscar más allá de las recomendaciones obvias.

Escápate de las multitudes en Parco Urbano delle Mura
Escondido entre murallas fortificadas del siglo XVI, a solo 15 minutos del terminal de cruceros, el Parco Urbano delle Mura ofrece un respiro inmediato de las multitudes turísticas de La Spezia. A diferencia de los parques costeros, este espacio verde escalonado sigue siendo un secreto local, con vistas panorámicas al Golfo de los Poetas que pocos turistas llegan a ver. Su posición elevada actúa como barrera natural contra el ruido de la ciudad, mientras que sus antiguos muros de piedra crean rincones perfectos para leer o dibujar. Al atardecer, cuando la luz dorada ilumina los callejones, verás a las nonnas italianas paseando por los senderos superiores, señal de que has encontrado un auténtico refugio de paz. La falta de servicios mantiene alejados a los grupos turísticos, así que lleva agua y un picnic para disfrutar bajo los pinos marítimos.
Tranquilidad mediterránea en Orto Botanico di Porto Venere
Para quienes deseen aventurarse un poco más allá de La Spezia, el Jardín Botánico de Porto Venere ofrece vistas costeras terapéuticas sin las multitudes de Cinque Terre. Este santuario en los acantilados alberga hierbas aromáticas y plantas endémicas, cuyos aromas se mezclan con la brisa marina mientras paseas por sus senderos sombreados. Lo que hace especial este jardín son sus bancos de piedra estratégicamente colocados frente a calas solitarias, ideales para observar barcos de pesca en completo silencio. El viaje en autobús desde el centro de La Spezia actúa como filtro natural, asegurando que solo los que buscan tranquilidad hagan el recorrido. Visítalo al atardecer para disfrutar de la luz dorada que transforma las suculentas en esculturas luminosas, quizá con áreas enteras para ti solo.
Paz junto al río en Parco del Magra
Cuando los parques urbanos parecen demasiado cuidados, el Parco del Magra ofrece un paisaje más salvaje a orillas del río Magra. Esta área natural protegida invita a tumbarse en praderas de flores silvestres, donde solo se escuchan los álamos y el canto ocasional de los pájaros. Los locales valoran este pulmón verde de 20 hectáreas por la ausencia de infraestructura turística: sin quioscos ni puestos de souvenirs, solo naturaleza a minutos del centro. La corriente suave del río crea un sonido relajante ideal para meditar o dormitar bajo los sauces. Lleva repelente de mosquitos en verano y una manta impermeable para el césped húmedo, pequeños inconvenientes por sentirte en un entorno natural privado cerca de la ciudad.
Jardines secretos y armonía en Villa Marigola
La finca del siglo XIX Villa Marigola alberga jardines públicos poco conocidos, donde setos geométricos enmarcan vistas espectaculares del golfo. A diferencia de los jardines formales italianos, estos espacios invitan a quedarse con sus pérgolas ocultas y tumbonas estratégicamente colocadas. Su diseño es excepcional: cada 'sala' al aire libre crea microclimas, desde terrazas soleadas con aroma a cítricos hasta grutas frescas cubiertas de helechos. Estudiantes de arquitectura vienen a dibujar aquí, atraídos por la armonía entre las villas de estilo Liberty y el paisaje. Ve a la hora de apertura para disfrutar del jardín de rosas cubierto de rocío en soledad, o únete a los locales al atardecer, cuando toda la colina se tiñe de ámbar. Aunque técnicamente está en Lerici, el viaje de 15 minutos desde La Spezia revela por qué este sigue siendo el secreto mejor guardado de Liguria.